Blogia
Noche de Ronda

Algo personal

Hace tiempo que es raro que siquiera escriba en este blog. Creo que una entrada personal es inaudita... pero hoy es un día especial. En realidad es el último día de mi vida; y el primero del resto de ella. Esta tarde voy a hacer una promesa muy importante, trascendental.

Sé que a partir de la una esto va a ser una locura, de gente, barullo, tareas y prisas; pero, de momento, estoy solo con el ventilador de la CPU, sin nada que hacer. Y tengo una sensación extraña en el estómago, como de mariposas. Estoy feliz, por supuesto, la de hoy es una decisión meditada, voluntaria y deseada; y amo con locura a la mujer con la que me voy a casar, pero en este preciso momento me siento aún más extraño que feliz: nervioso, expectante, impaciente, temeroso, ¡aburrido! Tengo que suponer que precisamente así se siente una oruga dentro de su crisálida cuando se le acerca el momento de transformarse. Los cambios, incluso los que sabes a mejor, siempre producen sensación de borde de acantilado... apretaré los dientes y saltaré con determinación. Esta tarde, delante de muchos amigos y seres queridos, diré a Teresa que la quiero, y que deseo pasar cada día de mi vida en su compañía.

Se me ha ocurrido compartir mi felicidad y el resto de mis sensaciones con los dos mochuelos y la media persona que quieran leer este post. No sé por qué... supongo que porque lo único que tengo hasta la una es la pantalla del ordenador, y, sinceramente, no tengo cuerpo para leer las noticias.

Un saludo, mundo.

Francisco (Rondador Nocturno)

2 comentarios

la sombri -

Ostras, y yo acabo de leer esto... Que bonico, jo.

Electropenguin -

¿Será posible que se me haya pasado felicitaros a los dos?

Bueeeeeno... seguro que no hace falta porque ya sois felices, marrrditos!

Un gran abrazo con alitas.