Si esperábais tunos, laúdes y clavelitos, os habéis equivocado de sitio.

Tengo un nombre, claro, pero hace ya tiempo que en diversos sitios de Internet suelo firmar como Rondador Nocturno. Utilizar un "nick" puede parecer pueril o poco serio, y, sin embargo, si lo llamamos "pseudónimo" resulta que es una práctica seguida desde siempre por escritores y formadores de opinión. Y es la misma cosa. Curioso lo de las palabras... al final resultará que sí afectan al concepto.